La comunidad no es sólo compromiso de escuchar prédicas o de decir ciertas oraciones. Es compromiso de caridad fraterna, antes de ser compromiso de recitar algunas oraciones. Porque en el fondo nuestra unión con Dios no se realiza con la recitación de algunas oraciones, sino en la caridad.
Reunión del 6 de enero de 1956 en Florencia