La paz de la Navidad, la alegría de la Navidad necesitan como condición el recogimiento de la noche, la soledad del portal […]. Jesús nace en la noche, nace en el portal. Tú también debes vivir así.

Si no entras en esta soledad, si no desciendes en este silencio, no posees la paz, no puedes pretender conocer la alegría. La alegría del cristiano […] es encontrarse con Dios en el secreto del alma, en el centro de sí mismo.

Retiro del 19 de diciembre de 1971 en Casa San Sergio