Acordaos que el nombre del demonio en la Sagrada Escritura es “acusador”: quien acusa se pone de parte del demonio. Recordad siempre esto: si un hermano en la Comunidad os dice siempre algo negativo sobre los demás, debéis decirle: “Eres el diablo”. Se lo dijo Jesús a san Pedro, así que también vosotros podéis decírselo a vuestros hermanos. El acusador siempre es el diablo. Recordadlo.
Retiro del 18 de septiembre de 1988 en Settignano