Yo no estoy en Cristo, si no soy una sola cosa con todos. Lo primero requerido de la oración cristiana es el espíritu de universalidad. Nada es más contrario al cristianismo que apartarse de la presencia de los otros. Tú y los otros sois una sola cosa. Uno de los caracteres fundamentales de la vida cristiana es el siguiente: El hombre no se puede apartar de los demás.